La cefalea es un dolor que puede ser leve o intenso, en una o más partes de la cabeza, así como en la parte posterior y superior del cuello.
Existen múltiples causas y diferentes tipos de cefalea. Aunque son dolorosas, la mayoría de las cefaleas no indican un trastorno grave y pueden mejorar con medicaciones y/o cambios en el estilo de vida.
Cefalea tensional
Este dolor se origina por la contracción de los músculos de la cabeza y del cuello, siendo la forma más frecuente, alrededor de 70% de los casos. Se presenta en ambos sexos y a cualquier edad, aunque es más frecuente en adultos y adolescentes. Se desencadena relacionada con eventos aislados y transitorios, aunque se puede volverse crónica en algunos pacientes. Las principales causas de contracción muscular son:
Estrés, Fatiga, Mala postura, Dolor ocular, Ingesta de alcohol, Fumar y Cambios hormonales en las mujeres, antes y después del periodo menstrual.
Existen numerosas causas que se pueden dividir en dos categorías generales:
Cefalea de tipo migraña
La migraña supone el 20% de todas las cefaleas. Muchas veces necesita la evaluación y el manejo de un especialista. En una forma simplista, se puede decir que la migraña se produce cuando hay constricción (cierre) de los vasos sanguíneos de la cabeza y el cuello, ocasionando disminución del flujo sanguíneo a los vasos.
El dolor es de tipo pulsátil generalmente en un lado de la cabeza, de leve a intenso, asociado a malestar general y con aumento de la sensibilidad a la luz y al sonido. Son más frecuentes en mujeres que en hombres, y son generalmente crónicas.
Cefalea tensional
- El dolor es generalizado en toda la cabeza y en el cuello.
- Puede darse en la parte de atrás de la cabeza y el cuello y en la frente.
- Va acompañada de una sensación de tirantez en el cuello.
- Es de breve duración cuando se trata a tiempo.
Migraña
- Pulsátil, generalmente en un sólo lado de la cabeza.
- Puede ser leve o intenso, se inicia por la mañana, y empeora en una hora aproximadamente.
- Va acompañada de otros síntomas como náuseas, vómitos y sensación de vértigo.
- Manifestaciones visuales como visión de luces (fotopsias), recorte en el campo visual (escotomas).
- Aumento de la sensibilidad a la luz y al ruido.
- Su duración fluctúa entre minutos, pocas horas y hasta uno o dos días en algunos casos.
Cuando el dolor de cabeza se vuelve crónico, debe visitar al médico para descartar otras causas e iniciar un tratamiento preventivo.
Si se manifiesta algunos de los siguientes síntomas, solicite el consejo de su médico especialista (neurólogo).
- Un dolor de cabeza agudo e intenso, acompañado de náuseas y vómitos.
- Dolor de cabeza persistente y recurrente asociado con alteraciones de memoria.
- Dificultades en la atención y concentración así como sensación de cansancio.
- Fiebre con rigidez de la nuca (incapacidad de doblar el cuello y limitación al tratar de colocar la barbilla en el pecho).
- Convulsiones.
- Alteraciones visuales persistentes.
- Trastornos del control y movimiento de las piernas y los brazos.
- Pérdida de la sensibilidad en los brazos y piernas.
- Apatía, cansancio, con dificultades en la comunicación.
Para cada persona existe un tratamiento individual.
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